El lifting se realiza siempre en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Se puede , en ocasiones, permanecer en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente si se precisa.
El lifting puede realizarse bajo anestesia local más sedación o con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía y de las preferencias de su cirujano. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y la cara está insensible al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación.
Un lifting cervicofacial suele durar varias horas, o más cuando se asocia a otras intervenciones. La colocación exacta de las incisiones y los pasos de la cirugía varía mucho según las estructuras de su cara y la técnica preferida por su cirujano Las incisiones comienzan generalmente a nivel de las sienes, disimuladas en el pelo, se extienden por una línea natural que pasa justo delante de las orejas y continúa detrás del lóbulo de las orejas hacia la parte posterior del cuero cabelludo. Si es preciso trabajar sobre el cuello, se puede hacer una pequeña incisión detrás de la barbilla. Generalmente se separa la piel de la grasa y los músculos subyacentes. La grasa puede ser extirpada o liposuccionada alrededor del cuello y la barbilla para mejorar el contorno de la cara.. Después se tensan los músculos subyacentes y , por último, la piel, extirpándose la que sobra. Tras la cirugía, se puede colocar aunque no es imprescindible, durante unos días, un pequeño tubo detrás de las orejas para drenar cualquier líquido que se pudiese acumular. También se suele colocar un vendaje ligero.
En el lifting frontal la incisión se coloca en la frente, disimulada detrás del pelo, o en determinados casos, en el límite entre el pelo y la frente. La piel de esta zona se separa de las estructuras subyacentes, resecando los músculos responsables de las arrugas y el exceso de piel.