El peeling con ácido trabaja en las capas más superficiales de la piel para corregir diversos defectos de la misma. Estos tratamientos se realizan con diferentes sustancias químicas o bien mediante láser. Según su grado de profundidad pueden ser clasificados en superficiales, medios y profundos. Cada uno de ellos indicado para la corrección en función de las necesidades.
Superficiales: se lleva a cabo con productos poco agresivos o cosméticos (ácido retinoico, alfa-hidroxi-ácidos, etc.). Utilizados para mejorar el aspecto general de la piel, de manera sistemática en el postoperatorio tardío del lifting y en las hiperpigmentaciones y queratosis seniles.
Medios y profundos: provocan una quemadura cuya profundidad dependerá de la concentración de las substancias utilizadas (normalmente el ácido tricloro acético entre el 10 % y 30-40%) y equivalen a la dermoabrasión mecánica.